Valentín

No quiero arruinar el día de San Valentín a nadie, pero bajo mi gran punto de vista; es más bien, un día hipócrita y carente de sentimiento.
Todo es austero y comprable, como vuestros corazones.
Saber reconocer la vida en cada muerte, y el amor en cada acto de odio. Es a lo que me refiero.
Por algo se vive más el amor donde parece imposible encontrarlo. Por algo son los pocos momentos, de placidez continuados, que se pueden encontrar en medio de cualquier día que se viva realmente.
Que tenga que llegar el 14F para decir por primera vez en el año un 'te quiero', es algo significativamente indignante y a la vez repugnante.

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