Un guión, una historia, una película, una buena obra cinematográfica: Casablanca. Gran actuación, montaje, representación, ambientación… Sociedad, ideología y amor. Un guión en el que estos tres elementos se entremezclan como en la vida real; incluso de forma más inteligente, o estúpida si cabe, en ocasiones. Cómo no admirar a un hombre decidido, inteligente y ambicioso como es el protagonista. Cómo no admirar a una mujer que encontró en un hombre no sólo sentimiento de amor, sino la misma ideología y el compromiso de éste, así como su capacidad para sobrellevar ambas cargas con las que siente que da significado a su vida. Que en segunda instancia creyó encontrar en otro hombre una posible vía de escape a la supuesta muerte del primero, y por un periodo corto de tiempo. Cómo no admirar a un hombre que como el primero porta también parecidas virtudes y defectos, y que presta perseverancia en el logro de sus sueños fraguados en la libertad, totalmente en contra del fa