-_-

miércoles 24 de enero de 2007


http://www.muertedigna.org/textos/euta623.htm

Creo en el suicidio como meta para acabar con una gran pena o aflicción, mientras se conviva en esta sociedad y bajo la injusticia de ésta.

Veo en muchos textos de igual índole, la objetivación subjetiva; no digo que me parezca mal, como base para pretender una mejora de la sociedad desde un punto de vista cualquiera..

El ejemplo del honor en Japón; perderlo, incita a la frustración y odio a la propia vida. Para personas con ideas arraigadas en la cultura, verse desterrado de ésta, es mirarse y sentirse un fracaso para sí mismo y para los demás. Estamos obligados desde un primer uso de razón a vivir por algo, a hacernos unas metas y llegar a ellas; no sobrepasarlas, significa fracasar como persona en vida y aceptar la muerte como guarnición. Se pueden proponer otros fines para los cuales quizá se tenga más vocación, hay personas que sí lo hacen, y su calidad de vida se ve mejorada.

En caso de enfermedad, cuando ya nadie queda que te ampare, si no tienes familia, y sin un medio para poder sobrevivir autoabasteciéndote, parece cierto remedio por el que optar…

Lo que me causó un cierta extrañeza en sociedades antiguas fue; como un hombre tenía que combatir por su honor ante todo, arriesgarse a morir o vencer aun por encima de los suyos, teniendo que dejar a la familia abandonada y desprovista de su presencia. Aunque poniéndonos en el punto de vista del sujeto frustrado… al final tendría que apaciguarla con alguien, el resultado sería con los que más querría. Entonces tendríamos que opinar; que fue mejor así.

La sociedad le obliga al ser humano a superarse, a sobrevivir bajo un motivo o condición. Si no te acepta por lo que eres, como a la mayoría, se hará por lo que puedes llegar a ser. La cultura popular, sociedad, comunidad, bajo la que te cobijas; te premiará por llegar a ser. Tendrás la primera certeza y/o razón por la que vivir, cuando te propongas eso como meta.

¿Quién somos, de dónde venimos, adónde vamos?

Me estoy arriesgando al poner ciertos dichos… pueden parecer incomprensibles, pero no lo son desde mi punto de vista. A ver si va a ser cierto que no soy nadie…

Queda claro que odio tanto como amo, ahora mismo; pasaría mi dedo levemente por encima del botón rojo, el cual exterminaría a toda la humanidad en este planeta satélite, pero: ¿luego que pasaría?
Quizás no podría tener la oportunidad de arrepentirme.

Al no ser mariano, ni pertenecer a ninguna religión que me ‘obligue’ a amar al prójimo, sin esperar un ‘quid pro quo’, me tengo que conformar con encontrar a alguien con más ganas de vivir que yo, que me ligue a la vida, no a la mía, sino a la suya. Hace tiempo le plantee muy por encima a una persona el tema, muy venialmente (ligeramente), sin matices, lo del suicidio de los japoneses (y algo más, claro, pero...).

Hace un año casi exacto, su contestación fue:

" no hables de suicidarse, es ke no entiendo komo una persona puede kitarse la vida "

Comentarios