Introducción y Planteamiento del Conflicto
La comedia "Dinero" de Aristófanes se centra en Crémilo, un labrador ateniense honrado pero empobrecido. Frustrado por la injusticia social que ve a su alrededor –donde los deshonestos, políticos corruptos y delatores prosperan mientras los justos sufren–, Crémilo acude al Oráculo de Delfos. Busca consejo sobre cómo educar a su único hijo: si debe enseñarle a ser honrado como él, condenándolo a la pobreza, o si debe instruirlo en la falta de escrúpulos para que tenga éxito en la vida.
El dios Apolo le da una respuesta enigmática: debe seguir al primer hombre que encuentre al salir del templo y convencerlo de ir a su casa. Este resulta ser un anciano ciego, sucio y mal vestido. Tras cierta insistencia y amenazas por parte de Crémilo y su astuto esclavo Carión, el ciego revela su identidad: es Pluto (Dinero), el dios de la riqueza.
Pluto explica que Zeus lo cegó por envidia, ya que cuando era joven, amenazó con ir solo con las personas justas, sabias y honradas. La ceguera le impide distinguir entre buenos y malos, beneficiando a menudo a los indignos.
Desarrollo: El Plan para Curar a Pluto y el Debate con Pobreza
Crémilo concibe un plan audaz: devolverle la vista a Pluto. Argumenta que, si Pluto pudiera ver, iría únicamente con los hombres buenos y justos, abandonando a los malvados. Esto no solo haría ricos a los virtuosos, sino que también los haría más piadosos, corrigiendo la injusticia reinante. Crémilo, con la ayuda de Carión, logra convencer a un temeroso Pluto argumentando que la riqueza es, en realidad, más poderosa que el propio Zeus, ya que todo, incluyendo los sacrificios y el poder de los dioses, depende del dinero.
Crémilo convoca a sus amigos, un coro de labradores pobres, para que le ayuden en su empresa. También se une su amigo Blepsidemo, inicialmente escéptico y sospechando que Crémilo se ha enriquecido ilícitamente.
El plan se topa con un obstáculo formidable: la aparición de la diosa Pobreza, representada como una vieja harapienta y furiosa. Pobreza acusa a Crémilo y Blepsidemo de intentar expulsarla de Grecia, lo cual, según ella, sería un desastre para la humanidad. Se produce entonces un agón (debate) central en la obra: Pobreza argumenta que ella es la fuente de todo bien: obliga a los hombres a trabajar, a desarrollar oficios y artes, y fomenta la virtud, la disciplina y la frugalidad. Sostiene que si todos fueran ricos, nadie trabajaría, la sociedad colapsaría y las artes desaparecerían. Además, afirma que la riqueza corrompe, citando a los políticos que son honrados cuando pobres pero se vuelven sinvergüenzas al enriquecerse.
Crémilo y Blepsidemo refutan sus argumentos describiendo las miserias extremas que acompañan a la Pobreza (hambre, frío, enfermedades, falta de dignidad, harapos, plagas de insectos) y la distinguen de la mera indigencia. Aunque Pobreza presenta argumentos ingeniosos (como cuestionar por qué Zeus, si es rico, premia a los atletas olímpicos con simple acebuche), finalmente es rechazada y expulsada por Crémilo y Blepsidemo, quienes prefieren la riqueza a pesar de sus posibles inconvenientes.
Clímax y Consecuencias de la Cura
Decididos, Crémilo y Blepsidemo llevan a Pluto al templo de Asclepio, el dios de la medicina, para que pase allí la noche y sea curado. Carión narra posteriormente a la Mujer de Crémilo, de forma cómica y algo irreverente, los sucesos en el templo: el sacerdote robando ofrendas, las travesuras del propio Carión (intentando robar unas gachas a una vieja y molestando con sus flatulencias), y finalmente, la milagrosa curación de Pluto por parte de Asclepio y sus serpientes sagradas.
Con la vista restaurada, Pluto cumple su promesa: abandona a los malvados y se dirige exclusivamente a los hogares de los justos. La casa de Crémilo se llena de abundancia: arcones repletos de harina, ánforas de vino, plata, oro, aceite, perfumes; incluso los utensilios más humildes se vuelven de materiales preciosos y los esclavos juegan con monedas de oro.
La segunda mitad de la obra muestra, de forma episódica, las consecuencias de esta inversión de fortunas:
- El Hombre Honrado: Llega un hombre que antes era rico pero se arruinó por ayudar a amigos ingratos. Ahora, enriquecido por Pluto, viene a agradecer al dios y a ofrendarle sus viejos harapos y zapatillas gastadas como símbolo de su antigua pobreza.
- El Delator (Sicofanta): Aparece un delator profesional, personaje odiado en Atenas que vivía de acusar a otros (a menudo falsamente) para obtener parte de las multas o por chantaje. Ahora está arruinado porque sus víctimas ya no tienen nada o porque la justicia prevalece. Culpa furioso a Pluto. Carión y el Hombre Honrado lo humillan, le quitan su ropa lujosa y lo visten con los harapos del Hombre Honrado antes de expulsarlo.
- La Vieja y el Mozo: Una vieja se queja amargamente de que su joven amante, a quien mantenía económicamente a cambio de afecto, la ha abandonado ahora que él es rico gracias a Pluto. El Mozo aparece, borracho y con ínfulas, burlándose cruelmente de la vejez de la mujer. Tras una discusión cómica, Crémilo interviene y los persuade para que entren juntos en la casa, sugiriendo que el joven debe "pagar su deuda", aunque sea a regañadientes.
Resolución y Desenlace
El nuevo orden afecta incluso a los dioses del Olimpo:
- Hermes: El dios mensajero llega desesperado. Desde que Pluto ve, nadie ofrece sacrificios ni ofrendas, ya que los humanos ahora tienen todo lo que necesitan. Hermes, que recibía muchas prebendas (especialmente de comerciantes y como dios de los ladrones), está pasando hambre. Tras una negociación humorística con Carión, donde repasan sus múltiples funciones (mensajero, dios del comercio, de las trampas, de los certámenes, etc.), Hermes decide desertar del Olimpo y quedarse como sirviente en la casa de Crémilo/Pluto, adaptándose a la nueva situación.
- El Sacerdote de Zeus: Finalmente, aparece el Sacerdote de Zeus Salvador, también quejándose de que está muerto de hambre porque nadie acude ya al templo a sacrificar, al ser todos ricos y no necesitar favores divinos. Decide abandonar a Zeus y quedarse al servicio de Pluto, reconociendo el nuevo poder supremo.
La obra concluye con Crémilo organizando una procesión solemne para instalar a Pluto permanentemente en un lugar de honor, probablemente el Opisthódomos (la cámara del tesoro) del Partenón en la Acrópolis, simbolizando el triunfo de la riqueza justa y el establecimiento de una nueva era utópica. La Vieja es cómicamente integrada en la procesión, llevando las marmitas rituales sobre su cabeza.
Temas Principales
- Justicia Social y Distribución de la Riqueza: Es el tema central. La obra critica la sociedad ateniense donde la virtud no garantizaba el bienestar y la riqueza a menudo estaba en manos de los corruptos. Propone una solución utópica donde la riqueza se alinee con la moralidad.
- Pobreza vs. Riqueza: El debate con Pobreza explora los argumentos a favor y en contra de ambas condiciones, aunque la obra finalmente se inclina por los beneficios de una riqueza bien distribuida.
- Crítica a la Religión y los Dioses: Los dioses olímpicos (Zeus, Hermes) son retratados de manera irreverente, como seres egoístas, envidiosos y dependientes de las ofrendas humanas, que no dudan en abandonar sus puestos cuando su sustento peligra.
- Sátira Social: Se satiriza a diversos tipos sociales: el delator, el amante interesado, los políticos corruptos, e incluso las prácticas religiosas (como en la escena del templo de Asclepio).
- Utopía: La obra presenta una visión idealizada de una sociedad donde la principal fuente de injusticia (la mala distribución de la riqueza) ha sido corregida.