Globalización; migración e identidad.

Hay países como España en los que somos reacios, mostramos nuestra negativa a aceptar la idea de Globalización de Soros entre otros; la libre circulación de gente de cualquier índole o lo que sea.
Esa idea es para el de «Un Mundo Feliz» y sé que ustedes les han inculcado a sus hijos la mejor de las educaciones y luego les han dicho ya de mayores: «Con quien sea, pero que sea bueno».

Pocos disfrutamos de una exquisita educación, respecto del que desprecia hasta a su propia gente, e insulta a sus propios ancestros, e, incluso, a los suyos (de usted); pocos somos más inteligentes que la media; pocos somos más altos, más lo que sea...; sin embargo, la mayoría no carece de ese sentimiento de pertenencia a su país, de eso que los une a su cultura, a sus costumbres y a sus ritos propios.

Vivimos en un país que, si bien, en estos momentos no está del todo unido, es por el abundante ir y venir de gente con distintas raíces y, no, no es por el turismo, es sin lugar a dudas por la inmigración en su mayoría ilegal. Sé que usted reconoce este problema porque es tan inteligente como yo, o incluso más.

El problema de la pobreza en el mundo, entre otros muchos o, incluso de sangre; no se resuelven abriendo fronteras y mezclándonos a todos. De hecho, este será un hecho insólito, porque se formarán cada vez más guetos y más grandes. Se empeorará y degradará la convivencia entre nosotros, nos sentiremos sin raíces en ningún lado; por lo tanto, más enfermedades tanto mentales como... El sentimiento de pertenencia a un grupo o a un país, a una cultura diferentes es, sin lugar a dudas, lo que nos hace distintos, sí, a su vez es lo que hace de nosotros, nuestra identidad, lo que nos identifica.

En un mundo globalizado, esa identidad se perderá, la segregación, el auge de los nacionalismos en un futuro será todavía más claro y difícil de ponerles freno. Se intentará que resulte lo menos incómodo, puede; sin embargo, no dará resultado. Nos obcecamos con demasiada frecuencia y sobre todo con los problemas que nos incumben. Este es uno de ellos.

Ya ven que hay todavía muchos países que se niegan a colaborar en sus propuestas, las de sus Think Tank, ya que sin duda alguna, sabrían a lo que se atendrían con ello. Este no debe ser un intento de separarnos del grupo al que pertenecemos, no debe ser de ningún modo un hecho. No debemos aceptar esa propuesta alemana de Angela Merkel, ni pensarlo tan siquiera, nunca implicarnos en ello. Esta es una cuestión de Estado, sí, por ello conservar el Estado como lo que es desde su fundación con sus padres fundadores, los más serios de los españoles antaño, debe ser la prioridad.

El auge del comunismo y lo que creemos que se trata de un intento de allanar el camino hacia una República es, sin duda deleznable y se resolverá educando a los nuestros como a nosotros nos educaron: en la conservación de lo más preciado de lo nuestro, esparcido por el territorio español, que no es otra cosa que los españoles, nuestras personas, nuestra gente. Somos felices de pertenecer a un país llamado España, que es centenario.

No lo estropeen. Sabemos quienes somos. No intenten volvernos locos.

No deseamos que esto se convierta en un «Apartheid» como en algunos lugares del mundo, ello debería hacerles pensar. Piensen.

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