viernes, 12 de febrero de 2016
Lo siento.
Ahogado en tus propias lágrimas has gritado violentamente a
la vida, no para impedir más muertes de tus seres queridos y ordenar la de tus
enemigos, fue para detener tus propios llantos y sollozos. Caminas muriendo por
esta senda que todos comparten, flaqueando con cada paso, doblegado por la índole
del tiempo a su voluntad, terminando por arrastrarte escurridizo, como las
víboras, en los brazos de una mujer ante la adversidad de la muerte. Saliste de
una al comienzo de tu vida para meterte en otra distinta al final de aquélla,
no has superado la condición humana que os es propia a los hombres. Eres débil,
eres un esclavo, nunca podrás compararte conmigo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Dependencia madre-hijo y viceversa
Introducción: Geoffrey Hinton destaca la necesidad de dotar a las máquinas de “instinto maternal” de cara al futuro. Considera que los pla...
-
De la guerra futura. Lo peor no son los Caza de 6th gen chinos, ni las armas electromagnéticas rusas, ni las hipersónicas; lo peor del futu...
-
ECCE HOMO - Friedrich Nietzsche Fragmentos ¿Por qué soy tan sabio? III Considero un gran privilegio el haber tenido el padre que tuve...
-
Picasso y las mujeres. Viendo el documental de Redes número 353 'La Ciencia del Amor', me interesé por este ensayo de Paula Izq. sá...
No hay comentarios:
Publicar un comentario