Aforismo, natura.


El árbol, genealogía, progenitor y ascendiente de primer orden, el cual florece (equiparable a uno de los gametos) como en la época de celo el mamífero es atraído hacia otro de diferente género, junto con el polen (equiparable también a otro de los gametos) transportado por las abejas obreras, dan lugar al fruto, homólogo del feto o descendiente, que crece y se desarrolla en una de sus extensiones o ramas. Luego, el fruto madura y cae al suelo, a la tierra, donde se oxida y sirve, a las simientes que contiene, de medio para que broten raíces y dar lugar a un nuevo árbol. El ciclo debe ser recordado.

Esta clase de aforismo me recuerda a alguno del libro de Aforismos de Leonardo Da Vinci, un libro excepcional en el que cada texto es inigualable por mí.

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