Amen.

Habéis nacido muy poco acompañados la mayoría. Crecido también pero no tanto. Os fuisteis ganando amigos y relaciones, aprendiendo a decidiros por lo que es mejor no sólo para vosotros sino pensando en los demás también. Debéis saber que todos los demás han aprendido lo mismo.

Exactamente lo mismo, y todavía mucho más algunos de ellos.

En esta sociedad hay auténticos prodigios que no consienten aptitudes que vosotros admitís, no sólo en secreto sino en público también. Ellos también desean el bien para sí y para los demás. Por tanto, sed precavidos.

Ni la calle ni las instituciones son parte de un Kindergarten. El que no se conforma y violenta, es apartado. El que no se deja y daña, es repudiado. El que no obedece y mata, viola, roba... Es encarcelado.
No consentiremos que los payasos establezcan circos en cada esquina. Más nos gustaría que payasos, cabezones y funambulistas lo hiciesen, y con ello todos reírnos y divertirnos así día y noche, pero eso es una utopía.

Nos debemos a una causa mayor y esa causa es, sin duda, la evolución humana. Lo que algunos llaman progreso acaparando palabra.

En los próximos tiempos espero que las cosas cambien para bien en este país, y no para mal, que no siga en la deriva en la que permanece por la ignorancia, obsesión o ansia de riqueza de otros.

Todos seremos evaluados según lo que hemos hecho y cómo hemos actuado. No abandonaremos a nadie, ni tan siquiera en un psiquiátrico como algunos temen. En las cárceles no se entra sin motivo. Eso lo sabéis todos. Si el sistema de este país se corrompe todavía más, lo pagaréis todos. No os quepa duda alguna al respecto.

Fin de disertación.

Comentarios