Las elecciones y tu país

Mientras ustedes están debatiendo harto inmersos en intensas debacles, el Gobierno de Sánchez y compañía está mutando el Estado para beneficio suyo, de tal manera que ustedes no reconocerán el país en menos de un año después de ganar estos las Elecciones Generales. Es como si supieran de antemano que van a ganar, y lo tienen tan claro que no poseen reparos a la hora de quitar privilegios a unos y ‘dárselos’ a otros en detrimento de todos. Uno de tantos ejemplos es el de ahora de despenalizar el insulto a la religión y a la iglesia. Los lobos con piel de cordero les anuncio que ya se han comido parte de las ovejas del rebaño.
Nos encontramos ante un bucle histórico en el cual todo lo pasado se tuerce y vuelve a nosotros precipitadamente, volcándose sobre nosotros y por duplicado. Las consecuencias de esto, además de que se vayan las grandes fortunas del país, junto a sus empresas y el trabajo que generan tanto directa como indirectamente, podría ser abismalmente sobrecogedor, véanse ejemplos en otros países asesorados por los podemitas, ahora con dosis de terroristas y secesionistas para más inri.
Yo era optimista y los catalogaba por locos sin reconocimiento a los socialistas, hasta que salí a la calle y empecé a hablar con la gente y lo muy desencantada que están con diversos sectores políticos de la derecha española. No sabían decir el porqué más allá de los casos acaecidos de corrupción y sus consecuencias, cárcel y prisión preventiva. La derecha hubo lavado dinero o lo que Dios quiera que hayan hecho, sin embargo, la izquierda ha lavado el cerebro a parte de la población de manera increíblemente sorprendente. No cesa gente de sumarse a las consignas socialistas. Como dijo Platón: «La Democracia podría derivar en Tiranía». Como dijo Aristóteles: «La Democracia podría derivar en Demagogia». Según las traducciones: es “derivarán”.
Ustedes saben que los padres no suelen equivocarse porque ustedes son padres y sufren los rifirrafes con sus hijos, y todo suele terminar de manera en que aquéllos aprenden tarde o temprano de sus benditas palabras. Ojalá los más escépticos y pesimistas con el Gobierno de Sánchez nos equivoquemos, pero Platón y Aristóteles será más difícil.
No deseo presentar a un posible Gobierno del Señor Sánchez y cía como catastrófico pues yo ni nadie sabemos más allá de las obscuras intenciones de sus aliados, más que unos pocos de ustedes. La lucha de los doctos en economía, política e incluso otros campos que, si bien, podrían considerarse adyacentes es, sin duda alguna, incansable. Yo nunca he reparado en lo fatídico que podría haber sido el Gobierno de Zapatero a priori, por poner un ejemplo (aunque era muy joven de aquélla yo); sin embargo, este Desgobierno parece que llegará lejos muy lejos en su demagogia y tiranía decretal. El propio Ábalos ha confirmado que de no poder gobernar por las buenas lo harán con decretazos. Es algo insólito y descabellado, o lo era hasta que han llegado ellos y lo han hecho en estos meses.
El desentierro de D. Francisco Franco podría ser el más liviano de los males por acaecer. Con esto no tengo reparos en afirmar que el que está bajo tierra con los honores perfectamente reconocidos por una también mayoría bajo tierra, y unos pocos sobre ella, de momento, e incluyo a Dios; será también un punto de partida. No quiero ser místico ni acongojarles. No deseo eso y más en un país que se va a declarar abiertamente ‘ateo’ en los próximos años, junto a una religión que nos es ajena como la musulmana, el Islam. Esta contradicción es una de tantísimas en un Estado ¿laico o aconfesional? como éste, ya ni lo sé.
Están en sus manos estas próximas Elecciones el destino de un gran país como es España, aunque no estoy seguro de que en los próximos tiempos vaya a serlo. Ustedes deben proteger como padres a sus hijos; ustedes deben proteger como empresarios a sus socios y empleados; ustedes deben proteger como maestros a sus alumnos y discípulos.
Entiéndanme, no tengo miedo como Otegi, Pablo Iglesias y demás, dijeron que se lo tendríamos; estoy profundamente aterrorizado porque ahora más que nunca veo un callejón sin salida y otra horrible crisis.

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